La «Inteligencia Artificial» (AI, por sus siglas en inglés) está actualmente en boca de todos, especialmente su variante generativa de ChatGPT y afines. Desgraciadamente, esto tienta a muchos fabricantes de software y proveedores de servicios a enfocar todo el marketing de sus productos a la IA, a pesar de que, a menudo, no hay IA donde se dice que la hay.
En Retarus hemos apostado firmemente por no realizar este «lavado con AI», aunque, obviamente, también utilizamos inteligencia artificial en algunas campañas publicitarias. Sin embargo, solo lo hacemos si realmente la hay. Por ejemplo, con el método de Sandboxing de nuestra solución Email Security. En este caso, se trata de lo que se conoce como aprendizaje de máquina, gracias al cual podemos ofrecer mejores datos a nuestros clientes.
En lo que respecta a nuestros productos software-as-a-service (software como servicio), preferimos confiar en la inteligencia «natural» en lugar de en la artificial. Confiamos en la experiencia de nuestros desarrolladores y técnicos, en la inteligencia emocional de nuestros compañeros del centro de asistencia y de los Service Managers, así como en la visión de nuestro equipo directivo y nuestro departamento de control. Ya que, conforme la tecnología va aumentando su status de bien de consumo, son las personas las que marcan cada vez más la diferencia.
No cabe duda de que la IA cambiará el mundo, y especialmente el mundo de la tecnología de la información. Sin embargo, no cambiará el hecho de que tanto las personas como las máquinas tengan que transmitir información de manera segura y fiable. Nos dedicamos a ello desde 1992. Y eso, en cierto modo, es reconfortante.