Constantemente nos encontramos personas, opiniones y artículos en medios que presentan al fax como una tecnología anticuada que entorpece la digitalización. En realidad, esto no es cierto en absoluto.
Por ejemplo, en relación con una solicitud parlamentaria presentada por Andrew Ullmann, representante del FDP (Freie Demokratische Partei/Partido Democrático Libre), el periódico alemán “Bild” escribió recientemente en un tono, digamos, un tanto presuntuoso:
“¡Nuestros políticos pierden el tiempo enviando faxes! Hasta aquí ha llegado la digitalización: ¡el gobierno federal sigue utilizando más de 900 máquinas de fax!”
Sin embargo, el popular tabloide facilita la respuesta a su propia pregunta “¿Para qué se usa esta vieja tecnología?” (¿y por qué “vieja” y no “consolidada”?, podemos preguntarnos). “Principalmente, para enviar documentos secretos clasificados”, afirma el Ministerio del Interior. Además, cabe suponer que, con la infraestructura y experiencia que cuenta, el ministerio sabría si existen alternativas reales al fax. Según el artículo, quienes más utilizan el fax son el Ministerio de Asuntos Exteriores (200 dispositivos), el Ministerio de Finanzas (130) y el Ministerio de Trabajo (135).
El hecho de que muchas personas jóvenes nunca hayan enviado un fax en su vida, según se cita al parlamentario Ullmann, no es realmente un argumento: muchas personas jóvenes tampoco compran ya CDs, ni tienen coche ni comen carne. Pero volvamos al fax: lo importante es que toda la información llegue en el momento oportuno, al lugar apropiado y en el formato adecuado. Y esto puede lograrse perfectamente mediante el fax. Hace tiempo que el destinatario ya no necesita papel termosensible. Gracias a tecnologías como Fax2Mail, un mensaje de fax puede recibirse ahora simplemente en formato PDF en la bandeja de entrada de Outlook de manera muy sencilla.
Bitkom, la asociación que representa al sector digital alemán, acaba de publicar el informe Digital Office Index 2020. En la página 41 se explica que cerca de la mitad (un 49%) de las empresas alemanas utilizan el fax -frecuente y muy frecuentemente- para sus comunicaciones internas y externas. Esto sitúa al fax muy ligeramente por detrás de los servicios de mensajería, y claramente por delante de las herramientas de colaboración, los servicios de mensajes cortos clásicos (SMS), las redes sociales, las aplicaciones de chats de texto o los servicios de weblogs y microblogging.
Como se ha mencionado antes, actualmente el servicio de fax ya no implica necesariamente un aparato o un servidor de fax en el sótano de la empresa, sino que también puede estar disponible como un moderno servicio de fax en la nube. Éste puede estar integrado en su impresora multifuncional, y de este modo ya no necesitará tarjeta de fax ni línea telefónica analógica (y por lo tanto podrá estar ubicada en cualquier lugar). Además, tiene capacidad All-IP y ofrece servicios de valor añadido como obtención de datos o enrutamiento a través de un código de barras. Y muchas otras ventajas.
Escuchemos brevemente a nuestro fundador y CEO, Martin Hager, que en el siguiente vídeo habla con detalle sobre el servicio de fax en la nube (video en alemán):
Por cierto, en la lista de canales más utilizados que publica Bitkom, el uso del correo electrónico (al igual que la telefonía fija) alcanza el 100%. ¿Tiene Retarus algo que ofrecerle también para ese canal? No le quepa duda.