Cuando un particular escribe un SMS no suele haber mucha duda: el número de móvil indicado en el mensaje se atribuye de forma inequívoca al remitente. El destinatario puede contestar directamente al mensaje o llamar a ese mismo número. La situación es muy distinta en el envío automatizado de SMS, por ejemplo desde aplicaciones empresariales: para poder enviar de manera fiable grandes cantidades de mensajes y recibir sus correspondientes respuestas, las empresas necesitan un único ID de remitente. Solo así los clientes pueden asignar claramente a una empresa los SMS recibidos, como pueden ser confirmaciones de pedidos o reservas. Desde el punto de vista técnico, existen básicamente tres posibilidades para el ID de remitente: si se utiliza un número de teléfono virtual, se diferencia entre los formatos Código de SMS largo y Código de SMS corto. Sin embargo, para el envío exclusivo de SMS, a menudo también pueden utilizarse como remitente textos alfanuméricos.
Las medidas anti spam de los proveedores de telefonía móvil no obedecen a un estándar mundial
Ahora bien, las normativas nacionales relativas a la identificación de remitentes varían considerablemente. Los operadores de telefonía móvil en los distintos países hacen grandes esfuerzos por proteger del spam a sus usuarios. De ahí que en algunas redes de telefonía móvil se apliquen requisitos muy estrictos en cuanto a la elección de ID del remitente, y que los códigos largos o cortos no estén disponibles en la misma medida en todas partes. De este modo, si para el envío comercial de SMS se utiliza una identificación no admitida en todos los mercados, en ocasiones se bloquearán los mensajes antes de llegar a los clientes.
Códigos de SMS largos: disponibilidad ilimitada, capacidad de envíos restringida
De las dos opciones de remitente mencionadas, los códigos largos son con diferencia la alternativa más económica. Esta identificación, que visualmente se asemeja a un número de móvil particular, está disponible de forma prácticamente ilimitada en las distintas redes de telefonía móvil nacionales, pero no son del todo indicadas para el envío de grandes volúmenes de SMS. El problema radica en que, por regla general, un código largo solo permite enviar hasta diez mensajes por segundo (es decir, 600 mensajes por minuto). Este límite impuesto por los proveedores de telecomunicaciones se convierte claramente en un problema en usos comerciales, como por ejemplo el envío de SMS desde sistemas ERP. De hecho, en EE. UU., el límite de envíos permitido por los operadores para los códigos largos se sitúa en tan solo un mensaje por segundo (60 mensajes por minuto). En algunos países también es habitual un límite máximo basado en cuotas mensuales.
Códigos de SMS cortos: formato numérico fácil de recordar para grandes volúmenes de envío
Los códigos cortos constituyen una alternativa para la identificación de remitentes. Como su propio nombre indica, se trata de números de teléfono cortos, habitualmente de 4 a 6 dígitos, para la comunicación comercial por SMS. Para el envío de SMS empresarial breve los códigos cortos son la opción ideal, sobre todo cuando se trata de enviar un gran volumen de mensajes en un periodo limitado. No en vano, este tipo de ID permite enviar muchos más mensajes, hasta 30 por segundo (1.800 por minuto) concretamente. Además, gracias a su formato corto y memorizable, estos números de teléfono resultan mucho más fáciles de recordar para los clientes. Sin embargo, los códigos cortos no pueden utilizarse a escala internacional y, por su propia naturaleza, su disponibilidad es muy limitada en comparación con los códigos largos. De ahí que se den casos en los que las empresas puedan compartir números de teléfono cortos con otras compañías. Pero incluso en ese escenario, las empresas no tienen por qué renunciar a un canal de respuesta: la introducción de palabras clave en el texto del mensaje permite asignar los SMS entrantes de forma automatizada a un destinatario específico.
Identificación alfanumérica: el nombre de la empresa como ID de remitente de SMS
En algunos países, como Francia, las empresas están obligadas en muchos casos a utilizar una identificación de remitente alfanumérica al enviar mensajes SMS. Esta puede ser, por ejemplo, el propio nombre de la empresa. Sin embargo, no es posible enviar una respuesta directa a este tipo de remitente, de modo que lo ideal es que el texto del mensaje incluya siempre un código adicional (largo o corto) como posibilidad de contacto. El conjunto de requisitos individuales y del país en concreto en el que operará serán determinantes para una empresa a la hora de seleccionar qué identificación de remitente (corto, largo o alfanumérico) es el más indicado. A ello se añaden factores como el volumen y el contenido de los SMS. Estaremos encantados de asesorarle sobre la manera de obtener las mejores tasas de entrega posibles para sus envíos internacionales en los mercados más relevantes para usted. Para más información sobre las respectivas directrices y especificaciones nacionales para el envío grandes volúmenes de SMS, consulte directamente a su interlocutor de Retarus.